Historia de la tecnología de la fotografía





























Visita al Archivo fotográfico del AGN
El Archivo General de la Nación es más conocido por los importantes documentos históricos que resguarda, aunque también cuenta con un vasto acervo fotográfico. Para consultarlo primero hay que registrarse en la entrada, trámite sencillo para el que basta una identificación cualquiera. Sin embargo, si se pretende realizar investigación o una consulta frecuente, es recomendable tramitar una credencial de investigador, la que se obtiene con una carta institucional en la que se explican los motivos de la consulta. El trámite dura muy poco tiempo y la credencial se entrega inmediatamente.
Indudablemente que la visita al AGN resulta en una agradable experiencia, pues el edificio data de 1900, obra del arquitecto Antonio Torres Torrija y de los Ingenieros Antonio M. Anza y Miguel Quintana, siguiendo los planos originales de don Lorenzo de la Hidalga, quien analizó la mayoría de los planos penitenciarios de la época y se inspiró en las ideas humanistas del inglés Jeremías Bentham. El resultado fue un “panóptico”, edificio de siete brazos con una torre de vigilancia en el centro. Funcionó como la célebre cárcel de Lecumberri o “palacio negro” hasta 1977, y por decreto presidencial alojó al AGN en 1982, luego de 5 años de remodelación realizada por el arquitecto Jorge L. Medellín.
Cuando se recorre el edificio, paseo por cierto muy agradable, no puede uno menos que pensar en que lo que ahora resulta un sitio interesante y atractivo, fue para mucha gente una pesadilla.
El archivo fotográfico se alcanza por la puerta al jardín de la Galería no. 5; se atraviesa un gran patio en donde aún se levanta uno de los apandos, cárcel se seguridad para criminales peligrosos o presos políticos; en el fondo del jardín se encuentra el edificio.
Para consultar el archivo fotográfico, se debe primero sacar una cita, que tarda entre 10 y 15 días, dependiendo de la demanda. Este mecanismo, según me explicaron, es para atender más adecuadamente a los usuarios y a la vez, para controlar y proteger los materiales. El horario de consulta es de 8:30 a 17:00 hrs.
El acervo cuenta con diversos índices organizados por tema, por cronología, por nombres propios y por concentrados que abarcan diversos temas. Hay una bóveda de seguridad en la que se resguardan las distintas colecciones, organizadas en cajas colocadas en anaqueles.
Uno de los acervos más importantes es el Archivo Enrique Díaz, Delgado y García, dada su riqueza informativa gráfica, que fue depositado en el AGN por la Lotería Nacional en 1985, después de haberlo adquirido de Jorge García Taylor, hijo de Manuel García. El acervo consta de cerca de 500,000 ejemplares desde 1900 a 1977, en placas de vidrio, película de nitrato y acetato, así como algunos positivos, todo organizado en cerca de las 3000 cajas de cartón originales, aquellas en las que los fotógrafos las mantuvieron en su agencia.
Otro acervo relevante, de hecho el más vasto, es el de los Hermanos Mayo, que va de 1936 a 1991. Ambos archivos, incluyen imágenes de políticos, artistas, eventos sociales, culturales, deportivos, taurinos, la ciudad de México durante la Decena Trágica, la Invasión Norteamericana en Veracruz, Manifestaciones, etc.
En lo personal me interesé por revisar los materiales de la carpeta clasificada como “Compañía Molinera”, del inventario Enrique Díaz, que consta de negativos de acetato y de cristal de principios del siglo XX. Se trata tanto de fotografías de documentos constitutivos de la empresa, como de las instalaciones de la factoría y de los obreros y administrativos de la misma. Un detalle que llamó mi atención es que la mayoría de los negativos de acetato y nitrato, se archivan en sobres de papel, sin separación entre ellos, por lo que evidentemente están en riesgo, tanto por la abrasión entre los negativos que no tienen un aislante o separación entre ellos, como por el contacto con el papel. Los negativos de cristal están envueltos en sobres de papel y archivados en cajas de polipropileno. Por otra parte, no hay quien verifique que el usuario manipule adecuadamente los negativos por lo que están expuestos al deterioro.
El AGN cuenta con un importante acervo fotográfico, lamentablemente, los materiales no están resguardados en las mejores condiciones ni existe una vigilancia adecuada para su manejo por el usuario, por lo que, de no tomarse medidas, no podrá garantizarse su conservación. 





Sobre los procesos fotográficos del siglo XIX

Los inicios de la fotografía significaron también el principio de un largo discurrir a través de la experimentación química, primero para la obtención de imágenes permanentes y más tarde, para la búsqueda de mejores equipos y por ende, procesos más rápidos y eficientes.
Si en un principio se buscó afanosamente la reproducción fiel del objeto y de la realidad, con el tiempo la fotografía devino en una forma particular de expresión; en una manera muy peculiar de comprensión, reproducción e interpretación de la realidad.
Sin duda alguna, el impresionante desarrollo de la fotografía digital ha abierto, en los últimos años, nuevas sendas de obtención, procesamiento y trabajo de imágenes. Sin embargo, vivimos en una época y en un mundo eminentemente visual, en donde hay un afán y una búsqueda por la innovación, por encontrar y ofrecer nuevas y más sofisticadas formas de expresión y en donde las imágenes, las formas, las texturas y los colores llenan y estimulan nuestros sentidos. En tal contexto, me parece que la revisión y reutilización de los procesos fotográficos del siglo XIX se vislumbra hoy como uno de esos tan perseguidos caminos de innovación, con un vasto horizonte de posibilidades conceptuales y artísticas.
Me parece que una muy buena alternativa para la fotografía es el análisis, estudio y desarrollo de las técnicas antiguas, pero ahora aplicadas, bajo la nueva óptica de la tecnología moderna. El camino es vasto y prometedor, con tantas posibilidades expresivas, como el ingenio y la creatividad del fotógrafo lo sea. Creo, como Gabriel Tarde, quien trató de explicar el fenómeno social a través de las leyes de la imitación y la moda, lógica o extralógica, que siempre resulta innovador, volver de repente para redescubrir el pasado, y buscar nuevas formas de aplicación y de propuesta.
















Bibliografía.








Tarde, Gabriel. Les lois de l'imitation. 1890 (dt., von Jadja Wolf, Die Gesetze der Nachahmung, Frankfurt am Main 2003)





Proceso al carbón.
Este proceso lo inventó Alphonse Poitevin en 1855, basándose en descubrimientos anteriores como el de Gustav Suckow de 1832, quien observó que los bicromatos eran sensibles a la luz, y el de Talbot de 1852, que encontró que los coloides como la gelatina y la goma arábica, al combinarse con bicromatos y exponerse a la luz, se vuelven insolubles.

Alphonse Poitevin1

El proceso desarrollado por Poitevin, aunque ventajoso en ciertos aspectos, aún tenía el inconveniente de que se perdían las luces de la imagen final.
Más tarde, LaBorde descubrió que la superficie de la gelatina en realidad estaba formada por dos capas y que después de la exposición, la capa inferior de los tonos claros permanecía soluble, disolviéndose con el agua tibia del procesado. Sin embargo, no encontró alguna solución para el problema. Y fue Adolphe Fargier, quien en 1860 lo resolvió, cuando cubrió el papel expuesto con colodión y lo transfirió en un soporte final.
La técnica consiste en emulsionar un papel con gelatina y pigmento. Dicho papel, llamado papel pigmento o papel carbón (porque en un inició se usaba el carbón como pigmento), se sensibiliza con bicromato de potasio o de amonio; una vez que seca se imprime por contacto. Durante la exposición, la gelatina se vuelve insoluble en proporción directa a la cantidad de luz recibida.  Este papel se pone en contacto con otro papel cubierto de gelatina sin pigmentar, llamado papel de transferencia, en donde se deja durante unos minutos y, posteriormente, ambos papeles unidos se sumergen en un recipiente con agua caliente; después de unos minutos, se desprende el soporte del papel de transferencia dejando la gelatina adherida al soporte final. La gelatina que no se endureció se disuelve dejando una imagen positiva.        

Francis Alfred Bolton. Impresión al carbón. 2

Con este proceso se pueden obtener imágenes tan permanentes como el soporte y el pigmento seleccionados, con una amplia gama tonal y su superficie puede ser mate o brillante. (Farber,119).
A mi me gusta utilizar este proceso, a pesar de ser muy laborioso y de necesitar cierta práctica para obtener buenos resultados. Lo he encuentro particularmente atractivo por el gran detalle que puede lograrse en la imagen, y sobre todo, por el espléndido relieve que se puede observar. Igualmente, ofrece muchas posibilidades para la creatividad, puesto que se pueden utilizar una gran variedad de soportes como papel, cartón, madera, corcho, vidrio y cerámica entre otros, así como diferentes pigmentos.


Bibliografía.

Crawford Williams. The keepers of light. A history & working guide to early photographic processes. Ed. Morgan & Morgan, New York: 1979

Farber Richard. Historic photographic processes. A guide to creating handmade photographic images. Allworth Press, New York: 1998


Imágenes.

1 http://memoirephotographiquechampenoise.org/histoire.photo.6.alphonse..htm
2 http://www.iphotocentral.com/search/detail.php/36/BBB/carbon/0/10936/1   




Ensayo sobre fotógrafos que usan técnicas alternativas
Los procesos alternativos en fotografía han adquirido una nueva y revalorada importancia como medio de expresión. Numerosos fotógrafos, en los últimos años, se han dedicado a la investigación y experimentación en tales procesos, como es el caso de Gale Lynn Glynn, fotógrafa norteamericana que reside en México. Desde 1994 es docente de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, impartiendo clases en la licenciatura en Artes Visuales.
Además de participar en numerosas exposiciones individuales y colectivas, Gale Lynn se ha dedicado a la investigación y desarrollo de procesos de fotografía alternativos, retomando su vigencia en el arte y su pertinencia en la investigación, con lo que busca su actualización y sentido social, como un medio de lenguaje visual. Aunque mucho de su trabajo en fotografía se centra en el retrato, en una de sus obras intitulada Experimental, la autora se enfoca su interés por el feminismo en la fotografía; para ello utiliza diversos objetos y colores específicos, e intenta establecer una relación precisamente entre la mujer y ellos. Así, a través de la metáfora y de lo simbólico, pretende crear y trasmitir una visión del papel de la mujer en la sociedad moderna.
Otra fotógrafa dedicada al uso de los procesos alternativos es Malin Fabbri, sueca, que realizó estudios en Londres para obtener el grado de Maestría en Estudios de Diseño, en La Escuela Central de Diseño San Martín. Ya desde su tesis, su interés se centró en la fotografía alternativa y más tarde formó un sitio web en internet, especializado en la investigación y difusión de la misma. Su trabajo incluye el desarrollo de foros, exposiciones, talleres y publicaciones sobre el tópico. El proceso que más utiliza es la cianotipia a la que considera como una excelente posibilidad natural para el desarrollo de la creatividad y de la expresión, así como una importante herramienta para la enseñanza, pero también difunde otros procesos. La temática de esta fotógrafa es muy variada, desde paisajes, y retratos, hasta composiciones abstractas o naturalistas; utiliza los procesos alternativos para enfatizar ciertos elementos de la composición, o ciertos detalles y contrastes de la imagen, creando efectos tanto de fotografía antigua como de arte moderno.


         http://www.alternativephotography.com /artists